En ocasiones cuando sentimos el imperioso deseo de que nos escuchen, solo eso, que las palabras puedan fluir desde nuestro corazón, si temor a ser cuestionados, juzgados, o que nos miren con lastima y traten de darnos una respuesta o forma a nuestras palabras.... en ese momento nuestro corazón solo desea ser escuchado, sin interrupciones por que ese preciso instante es mágico y merece respeto, un ser humano esta desnudando su Alma, al fluir de las palabras se va limpiando y dejando todo aquello que por tanto tiempo ha ido callando....
Por ello cuando te pido que me escuches y tú empiezas a aconsejarme, no estás haciendo lo que te he pedido. Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a decirme por qué yo no debería sentirme así, no estás respetando mis sentimientos. Cuando te pido que me escuches y tú piensas que debes hacer algo para resolver mi problema, estás decepcionando mis esperanzas.
¡Escúchame! Todo lo que te pido es que me escuches, no que me hables ni que te tomes molestias por mí. Escúchame, sólo eso. Es fácil aconsejar. Pero yo no soy un incapaz. Tal vez me encuentre desanimado y con problemas, pero no soy un incapaz. Cuando tú haces por mí lo que yo mismo puedo y tengo necesidad de hacer, no estás haciendo otra cosa que atizar mis miedos y mi inseguridad. Pero cuando aceptas simplemente, que lo que siento me pertenece a mí, por muy irracional que sea, entonces no tengo por qué tratar de hacerte comprender más, y tengo que empezar a descubrir lo que hay dentro de mí.
Seguramente es por esto por lo que la meditación y oración funcionan: Nuestro Padre - Madre Divino está siempre ahí para escuchar y nosotros desde el profundo silencio nos ESCUCHAMOS.
3 comentarios:
Simplemente hermoso has tocado mi corazón... gracias por el mensaje!!
Hola, Sailor me alegra tocar tu corazón y que las palabras aqui plasmadas sean sentidas en el alma. Muchas Bendiciones para vos.
Hermosamente llenador
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