En este punto, vemos la conexión de Jean con las propuestas de Clarissa Pinkola Estés, en su texto “Mujeres que corren con los lobos” (texto que desde nuestro nacimiento como Red, viene organizando el trabajo de género de nuestros círculos).
La Loba, la Huesera, la Trapera (del cuento Uno-Ariano que nos sirve de guía), es totalmente compatible en sus cualidades con las “Brujas Sabias” que nos describe Jean. Por ejemplo:
- Quejarse es perder el tiempo, les dice Jean Shinoda Bolen a las mujeres. Las brujas sabias dicen la verdad con compasión.
-No comulgan con lo que no les gusta, pero no tienen la rabia de las mujeres más jóvenes.
-Entre mujeres hay una conexión natural. Algunos estudios evidencian que cuando una mujer que sufre estrés habla con otra mujer, ambas liberan la hormona de la maternidad que provoca que el estrés descienda.
-Las brujas no se quejan. Al contrario, las ancianas son atrevidas y confían en sus propios instintos. No imploran; en cambio, sí meditan. Eligen su camino con el corazón. Poseen la fiereza del que defiende lo que más le importa. Dicen la verdad con compasión. Escuchan su cuerpo, se reinventan a sí mismas en función de sus necesidades y saborean la parte positiva de sus vidas.
- Las brujas sabias son capaces de mirar hacia atrás sin rencor ni dolor; son atrevidas, confían en los presentimientos, meditan a su manera, defienden con firmeza lo que más les importa, deciden su camino con el corazón, escuchan su cuerpo, improvisan, no imploran, ríen, y tienen los pulgares verdes.
- Tienen mano con las plantas. Y también con los animales. Primero aprenden a amar lo que hacen, luego alientan a otros al crecimiento. Saben reconocer lo frágil y lo que tiene valor, y también lo que debe ser podado.
- Cuanta más edad, más camino aprendido. La observación compasiva de la vida de los demás te enseña mucho, y las mujeres sabias se pasan mucho tiempo observando. Hay casos, pocos, de sabias a partir de los 30 o 35, pero esas a los 60 son increíbles.
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