Cuando venimos a este mundo a pasárnoslo bien en esto que llamamos Vida, nos traemos con nosotros los deberes que nosotros mismos, por mediación de nuestro Yo Superior, decidimos hacer para seguir aprendiendo cosas.
La Tierra ya es una escuela “dura” por si misma, pero nosotros además nos traemos bajo el brazo las “lecciones” que hemos decidido estudiar durante nuestra estancia aquí.
Dos formas de aprender
Todos tenemos una lección primaria para cada vida, y dos o tres lecciones secundarias. La lección primaria sería como estar estudiando un doctorado en algo en concreto, mientras que las lecciones secundarias serían algo así como simplemente tomar cursos de especialización. Nuestro Yo Superior elige la lección primaria, y las otras, en base al trabajo realizado en vidas anteriores, en nuestro esfuerzo por “aprender” y en nuestro enfoque sobre como “aprender”.
Podemos aprender de dos formas principales, a través de situaciones positivas o a través de situaciones negativas. La primera es evidentemente la más adecuada, pues se nos presentan eventos, personas, y cosas en la vida que nos enseñaran de acuerdo a “eso” que debemos aprender. Si prestamos atención, si comprendemos esas situaciones, enseñanzas, etc, simplemente estamos “evolucionando” mientras disfrutamos de esas enseñanzas positivas.
Aprender a partir de situaciones negativas
Sin embargo, la mayoría de nosotros decidimos aprender a partir de encontrarnos con situaciones negativas, obstáculos, problemas, etc. No es la forma mas agradable, pero podemos escoger este “método” precisamente porque en un intento anterior “falló” el hecho de intentar aprender a través del positivismo. Hemos de entender que para nuestro Yo Superior hacernos “sufrir” no es un juego o un capricho, sino que desde una perspectiva extremadamente mucho mas elevada que la nuestra, es la forma correcta de asimilar ciertas enseñanzas.
Cambio de método
Sin embargo, aunque aun no estoy seguro que sea 100% cierto, he tenido alguna experiencia que me indica que es posible solicitar un “cambio de método”. Cuando somos realmente conscientes de nuestra lección para esta vida, y nos damos cuenta de en que situaciones nos vemos envueltos que tienen que ver con esta, si a priori habíamos decidido que íbamos a pasar por situaciones negativas para entender “el mensaje”, podemos pedir a nuestro Yo Superior (con una intención consciente) que cambie la forma y que pasemos a experimentar nuestras lecciones a partir de eventos mas “positivos” o por lo menos menos problemáticos que los que hayamos podido estar sufriendo hasta la fecha.
¿Funcionará?
Pues depende del caso. El objetivo es hacer los deberes. Si tomamos las responsabilidad de completarlos, podemos ir transitando por las diferentes lecciones con mayor alegría y tranquilidad que si nos olvidamos de ellos, y nos tienen que ir dando palos para recordárnoslo. En todo caso, haz la prueba.
Pon la intención de aprender tus lecciones a través de experiencias positivas, y trata de ver si notas algún cambio en algún área de tu vida. Si es así, ¡enhorabuena! Tu desarrollo personal ha dado un salto cualitativo, no solo porque has demostrado que eres consciente de lo que has venido a aprender aquí, sino porque además has demostrado madurez para pedir ese cambio y seguir por el camino de la evolución personal.
Nadie dijo que hayamos venido a esta vida a sufrir, hemos venido a ser felices y a evolucionar, a mejorar y a crecer, así que si ves que las lecciones no te suceden como te gustarían, pide ayuda para que tu Yo superior te de la oportunidad de probar con el otro método. Seguro que notarás el cambio!
Autor: David Topí
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