Nuestro deseo más grande en esta vida es alcanzar y experimentar la paz verdadera, el amor en nuestra vida y la felicidad completa. Si tomamos la decisión y con total responsabilidad la buscamos podemos estar seguros que la alcanzaremos, porque ese es el significado que pusimos en nuestra mente y al hacerlo genera la nueva visión personal y lo que suceda en el exterior dejará de tener un significado de limitación.
Nuestra paz no reside en lo que afuera sucede, o en lo que las personas a nuestro alrededor hacen o dejan de hacer. La paz, el amor y la felicidad reside y se sustenta sobre la base de nuestro sistema de pensamiento, porque no es si el mundo está bien o mal, ni lo que pasa en el mundo lo que nos hace sentirnos felices y en paz, o todo lo contrario, es lo que nuestra mente decide observar, lo que decide proyectar al exterior. Y aceptar como real.
Tampoco es lo que nuestros cuerpos hacen o reciben, si no lo que nuestra mente decide internamente que éste haga, lo único real e importante es qué decisión vamos a elegir, si estar separados o unidos con aquello que deseamos con todo nuestro corazón, porque de esto realmente depende el cómo vamos a caminar por la vida, de esto depende cómo nos vamos a sentir, y lo que vamos a compartir. Si elegimos estar felices es nuestra decisión al igual que si elegimos estar tristes es también nuestra decisión. Lo hace nuestro sistema de juicio del ego que hemos elegido e incorporado en nuestras vidas.
En este sueño ilusorio que hemos fabricado separados y en algunas ocasiones imposibles de realizar en nuestra vida, en el cual hemos deformado totalmente Su Verdadera Imagen, esperamos un castigo al que tememos, y en muchas ocasiones creemos que es producto del "karma" y esto hace que veamos el mundo como algo aterrorizante. Esto se presenta así porque, primero no logramos aceptar que solo tenemos que tomar una decisión y elección de ser felices, segundo no logramos entender por que nos juzgamos cruelmente a nosotros mismos, nos juzgamos, condenamos y castigamos nosotros mismos con la culpa y juzgamos y culpamos también a los demás, y esto se presenta como parte del sueño de pesadilla del ego para no aceptar la felicidad. Entonces lo vemos como algo que esta lejos, en otro lugar fuera de nuestro alcance, o bien que para alcanzarlo necesitamos cruzar el océano entre salto, maroma y teatro, entonces creemos que de esta manera nuestro sacrificio sera recompensado. Y algún día la felicidad sera plena en nuestra vida.
La vida, es solo un instante mágico que empieza cuando abrimos los ojos, en cada espiración una parte de nuestra felicidad se manifiesta, no nos ha sido quitado por nadie, por nada. Pero nosotros si lo hemos olvidado, nos hemos alejado de esto que esta a nuestro alcance todos los días en cada segundo de nuestra vida, nos hemos privado del contemplar el cielo, abrazar a los arboles, escuchar el canto de las aves, caminar descalzos sintiendo la tierra húmeda bajo nuestros pies, respirar despacio, caminar sintiendo cada paso.
En cambio hemos creado nuestro mundo con el erróneo sistema de pensamiento que sustentamos, y con el que transitamos sintiéndonos culpables, faltos de amor, de paz, de libertad, donde cumplimos un horario, y actuamos como maquinas, corriendo tras el tiempo, tratando de no quedar a solas, por que no sabemos que hacer en el silencio. Nuestros pensamientos se mezclan entre las ideas y pensamientos de otros, que nos infunden temor a cada momento, por lo que escuchamos, vemos, sentimos, etc.
Queremos traer la paz al mundo y esto no es posible porque este mundo es parte del sueño ilusorio de pesadilla. Queremos que el mundo sea mejor y eso es admitir primero que algo está mal, que Dios hizo defectuosa Su Creación, cuando en realidad no hay nada que hacer mejor en este mundo, porque de todas maneras este mundo no existe más que en el sueño del ego. Por lo que no es el mundo el que tiene que ser hecho mejor, es nuestro sistema de pensamiento, a través del cual tomamos decisiones todos los días el que tiene que ser modificado, y es este el cambio más importante que necesitamos realizar, el de deshacer el desamor en el que vivimos y esto solo es posible llevarlo a cabo a través del perdón.
Que la Paz sea en ti y en todo lo que hagas.
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