Puedes bloquear tu objetividad, tu habilidad de percibirte a ti y a los demás de forma clara y objetiva, al entrar en comparaciones: “El medita durante más tiempo que yo.” – “Yo hago más ejercicios espirituales que ella.” “Esas personas son más devotas de Dios que yo.” “Esta gente no es tan buena. Mira lo que hacen.” Etcétera.
Cuando haces algo así, empiezas a ver a cada persona como a alguien con quien compararte, para ver adónde ubicarte. Mientras estés en el proceso de comparar, no cabes en ningún lugar. No hay lugar para tí. Estás en un marco de tiempo que se extiende hacia atrás y hacia adelante del día de hoy. Mañana, ayer, mañana, ayer, mañana, ayer y nunca pareces llegar aquí.
Para llegar aquí y ahora, ignoras el plazo de tiempo. Para hacerlo, empieza por aislarte de los demás, aún si tienes que usar tapones para los oídos y antiojeras. Haz lo que sea necesario para liberarte de todas las distracciones, las perturbaciones atractivas que te bloquean de la toma de conciencia de tu Ser. Pon tu conciencia a fluír en una corriente de energía positiva y dirigida.
- John-Roger
de: El Camino de Salida
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