¿Están locos los niños que hablan con amigos invisibles? ¿o que viajan a lejanos países fantásticos? ¿o que ven seres que nosotros los adultos no vemos?¿o que tienen encuentros con hadas, duendes o extravagantes personajes?
¿Cuántas veces no has escuchado a un niño explicando que le visita un extraño personaje? ¿Cuántas veces, sin pararnos a pensar en nuestra infancia, le decimos que son imaginaciones, tonterías o sueños? Si recordamos nuestra mundo en la infancia, también recordaremos, unos más que otros, que hemos tenido amigos invisibles con los que hablábamos, o la visita de extraños seres que nos acompañaban.
Todos hemos tenido acceso a otras realidades pero hemos perdido esa facultad. El físico cuántico Fred Alan Wolf destaca que los niños tienen la capacidad hasta los cinco años de atravesar otras realidades; lamentablemente, cuando se hacen mayores se les dice que dejen de jugar con sus amigos invisibles y de fantasear, y cuando llegan a los catorce años han perdido por completo la capacidad de contactar con otras realidades y universos.
Los niños son mentes no condicionadas por el sistema, mentes aún no sometidas a ver una sola realidad. Tienen acceso a otras realidades, otros mundos, hasta que, cuando crecen, la presión del entorno les lleva a generar un sentido de vergüenza por creer en cosas que los demás no creen, situación que les impide acceder a otras dimensiones. A veces, en la edad adulta volvemos a “conectar”, volvemos a ver “cosas” y a percibir la presencia de extraños personajes que muchos identifican como ángeles o extraterrestres.
Los niños no hablan solos, en realidad lo que hacen es mantener una conversación con su propia conciencia, a la cual tienen un libre acceso que los adultos han perdido, y lo interesante aquí es que la conciencia tiene acceso a otros universos, al TODO. Por lo tanto, esa facultad perdida en los adultos, nos permitiría acceder a otras dimensiones. Analicemos esto por un instante… ¿A qué dimensiones me refiero? El ser humano ve la vida en 3 dimensiones (ancho, lago y alto), sin embargo los científicos afirman que el universo está formado no solo de esas 3 dimensiones, sino, de muchas otras.
Nuestro planeta es un pequeño punto en el inmenso universo…sería absurdo pensar que solo somos los únicos habitantes en este maravilloso espacio. La vida abunda en todo el universo…y muy probablemente no como materia…no como seres humanos….sino como pura energía…como pura conciencia.
Los antiguos ya conocían la importancia de mantener una conversación íntima con uno mismo….llamado “genius” para los latinos, “angél de la guarda” para los cristianos, “hombre reflejo” para los escoceses, “vardogr” para los noruegos y “doppelgänger” para los alemanes. Si, como nos dicen los físicos cuánticos, que la materia tiene vida, las partículas tienen memoria y se comunican entre ellas ¿Debe extrañarnos que un niño hable con objetos inanimados? Tal vez tendríamos que empezar a replantearnos el hecho que el niño es capaz de captar la vida energética que existe en todo lo que nos rodea y que además es capaz de comprenderla, de conectar e incluso dialogar con ella.
Mientras los chamanes y ciertas tribus alientan a sus hijos para que sigan en el camino de acceder a otras realidades, los occidentales hacemos lo contrario e incluso los llevamos al psiquiatra para que les desposean de eso que creemos que es anormal. ¿No serán los padres los anormales? ¿No serán los padres quienes han perdido su capacidad de conectar a otros mundos?
El único sentido de nuestra vida, el único camino, es superar esta falsa realidad en la que vivimos. Debemos saber que existen otros mundos, realidades o niveles independientemente de nosotros mismos. Siempre han estado ahí, y no los hemos sabido ver. El objetivo aquí es abrirnos…es estar dispuesto a conocer más….a vivir nuevas realidades.
¿Qué me hubieras contestado hace 1000 años si yo te hubiera afirmado que la tierra era redonda?
Posiblemente me hubieras dicho que estaba loca, pues la creencia social en ese momento era que la tierra era plana como una tabla. Hoy sabes que esa creencia era errónea…y no se te ocurriría pensar nuevamente que la tierra es plana. Así es como quiero que entiendas este conocimiento. No quiero que lo descartes porque la creencia social dice que no es así. Recuerda lo que dijo Sócrates “Yo solo sé que no sé nada”. Y es así en realidad….Debes mantenerte en un estado de apertura hacia nuevas ideas. No te cierres. Ábrete y verás venir la magia a tu vida.
Daniela Ayón
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