Sobre el 13 B'aqtun 1ra parte
“En el pasado nuestra voz fue acallada y sentimos gran tristeza por la pérdida de la sabiduría que ahora no pueden leer nuestros ojos. Pero todavía queda un poco de luz y la llama escondida del saber se avivará brillante durante estos k’altunes…” Montejo, Victor (203:95)
Los mayas nos encontramos en la víspera del cierre del oxlajuj b’aqtun, que representa un ciclo mayor de tiempo que 5,200 años en la cuenta larga Maya, para iniciar otro ciclo igual.
“Lo que está próximo es un cambio de ciclo dentro de la Cuenta Larga que tiene varias cuentas pequeñas”, No se puede establecer en forma tan aproximada que la entrada en un nuevo período esté prevista para el 2012. Este próximo ciclo “supondrá cambios en la conciencia humana”, pero no el complimiento exacto de las profecías de los libros del Chilam B’alam, ya que las considera solo potencialidades”. “Los seres humanos veremos cuanto se va a cumplir. La misma voluntad de la humanidad es la que determinará que sea para bien o para mal” (Ricardo Cajas, citado por Prensa Libre con fecha 17-01-2010.)
El fin del Oxlajuj B’aqtún requiere de una propuesta que reivindique, promueva y decida una posición política del Pueblo Maya para los tiempos actuales. Marca un periodo de tiempo para la reflexión, el análisis, la evaluación y la toma de nuevas decisiones que propicien cambios positivos de comportamientos y actitudes que armonice la convivencia con la naturaleza, la familia y la sociedad.
Por ningún motivo los Maya debemos interpretar el Oxlajuj B’aqtun como un acontecimiento predeterminado o milagrero. Nuestras sabias abuelas y abuelos maya lograron determinar cuando habría días y épocas oportunas, así mismo cuando habría días y épocas inoportunas. De acuerdo a cada periodo, había que estar vigilantes y en constante preparación para maximizar las energías de los días o época oportunas, o minimizar los efectos de los días o épocas inoportunas., bajo una estricta preparación de 5, 13, 20, 40 u 80 días, de acuerdo al nivel de responsabilidad que se tenga en la sociedad.
Los cambios que se logren a favor de la vida de la naturaleza y de la vida humana serán de acuerdo a los resultados de la participación consciente y comprometida de las mujeres y hombres Maya y no Maya en el reencuentro del pensamiento cosmogónico de la vida. Ejercer nuestro libre albedrío es hacer uso de nuestra voluntad de obrar de acuerdo a la reflexión y a la elección que hagamos, la que nos permitirá alcanzar el éxito o la adversidad. Somos las y los constructores de nuestro ambiente.
El fin del Oxlajuj B’aqtun trae consigo la posibilidad de trabajar por un proyecto alternativo de vida que reivindique la identidad, la cultura y el pensamiento maya para desafiar los paradigmas políticos, económicos, sociales, culturales y de desarrollo dominante que atenta y destruyen la vida.
El proyecto político desde la cosmovisión y la filosofía maya deberá basarse en la unificación de personas y comunidades culturalmente heterogéneas, pero con una raíz común, bajo el concepto de unidad en la diversidad.
Este proyecto supone la redefinición de conceptos políticos claves como la “ciudadanía”, los derechos humanos colectivos e individuales, y la “democracia”. Se trata de re-imaginar la identidad de pueblo y nación, y desarrollar un concepto fundamentalmente nuevo basado sobre el bien común.
El fin del Oxlajuj B’aqtun se está manipulando. “La sociedad de consumo hace que los ciudadanos y la ciudadanas, entren en una situación existencial, es decir, de tiempo limite y que explicación catastrófica en el 2012, hace que caigamos en miedo y esto se convierta en un estado de shock, que no nos permite ver que las causas de las situaciones que vivimos es por la desigualdad y la exclusión, por la élite nacional, por los Estados dominantes desarrollados, principalmente.
El Oxlajuj B’aqtun nos invita a comenzar desde abajo, es decir, analizar y reflexionar desde la comunidad y descolonizando nuestros saberes y aprendizajes; a retomar la comunidad, a construir desde los principios maya. Debe ser un proceso político que retome las necesidades y expectativas de las comunidades.
Esto implica pensar, sentir y actuar desde los principios y valores Maya que permitan un cambio de personas, comunidades, sociedades, capaces de sentar las bases de una trascendencia de la humanidad y la naturaleza. Esto se logra no solo con alcanzar cambios en las constituciones, o pedir puestos en el gobierno…
Las ideologías del siglo pasado están muriendo. El nuevo sistema entonces que genere el nuevo B’aqtun, tiene como base retomar los valores maya, que permite la relación y el respeto del ser humano con la naturaleza. Re-pensar la historia. La historia hay que volver a escribirla. No solo la historia del conflicto armado, sino la historia lejana, cercana y reciente. Volver a leer desde los códices y desde la vida de la gente. Desde la vida de la naturaleza y de todos los seres vivos. Este proceso implica, generar espacios de discusión y de debate serio sobre nuestra vida sobre nuestro futuro.
Volver a la comunidad. El reto dentro del Oxlajuj B’aqtun es volver a la comunidad. Nuestras comunidades están dolidas y desesperadas, y la forma como se está transmitiendo el mensaje, no solo por los medios de comunicación social, tampoco solo por las ONG’s sino también por nosotras y nosotros, y por el mismo Estado, sobre todo con su nuevo programa de turismo están llenas de esoterismo, de esencialismo y no de realidades objetivas, también de oportunismos personales y colectivos, de lucro y enriquecimiento. Sin resolver el problema que aqueja a los descendientes de la civilización maya: pobre, extrema pobreza, hambre, falta de educación, falta de salud y abandono total” (Máximo Ba Tiul en el Foro Panel: Oxlajuj B’aqtun, Quetzaltenango, 25-11-09).
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