Adán, toma a tu Eva, descúbrela, no por cómo se ve,
ni por cómo tu esperarías que fuera,
sino por cómo sintoniza contigo.
El verdadero amor no tiene estructuras, ni lineamientos,
está propuesto en la más perfecta de todas la libertades, la libertad del alma...
atrévete a vivir desde ahora la gran aventura de la vida,
y solamente así saldrás del drama,
solamente así regresarás a casa....
Jugábamos un día, muy felices en el Paraíso, cuando se nos ocurrió probar una historia "sin amor verdadero", y henos aquí, cansados de todo el sufrimiento que "eso" representó para nuestras vidas, sin saber por dónde ponerle fin a la pesadilla....
Ahora caminamos de regreso, por una jornada de largas experiencias, a veces extenuantes, otras insignificantes y más aún, otras continuamente descoloridas... buscamos desesperados, la puerta de salida, ansiando cruzarla y así dejar, por fin atrás, la contrastante vida tridimensional, bordeada de espejos y tejida de laberintos atrapantes... Despertar del sueño, pareciera tan sencillo, sin embargo, nos hemos arraigado tanto al miedo, que nos devora su hambre, lenta y constantemente, desde afuera hacia adentro....
Adán perdió a Eva, buscó a Lilith, y la vida se nos convirtió en infierno. Nos fuimos, cada vez más, desconectando de la verdad del todo, de la verdad de la sintonía, de saber obedecer a la llamada de nuestras almas. Nos perdimos en el viaje y se nos fue borrando la memoria, y nos hemos convertido en la resultante aberrante, de la que un día fue, una creación perfecta. Somos ahora, la historia macabra, derivada de una ingenua travesura sin precedentes.