lunes, 8 de abril de 2013

Partería Tradicional Mexicana



Entrevista realizada a: Doña Enriqueta Contreras, Partera 

No fuimos preparadas en la universidad. La única universidad ha sido la Vida. Nos hicimos parteras por necesidad. El 85% de los partos son atendidos por parteras empíricas o tradicionales. Además de parteras, somos sanadoras, curanderas…Del resto, un 10% de los partos son por cesárea, muchas veces innecesarias, y un 5% son partos normales atendidos en clínicas. En nuestras comunidades siempre ha existido un "médico" tradicional que se encarga del servicio sanitario a la comunidad utilizando nuestros propios recursos naturales. La Madre Naturaleza o el Gran Creador del Universo puso todos los sagrados elementos sobre la Tierra para que el Ser Humano los utilizara.

La ciencia, la tecnología y los servicios actuales bloquean el sistema tradicional, aunque en nuestras comunidades marginadas, la mayor parte de la gente se cura con plantas, animales, barro, agua, rezos, baños…Nuestros antepasados nos dejan la herencia de la Naturaleza y nosotros nos hemos encargado de mantenerla viva, como una parte importante de la salud.
Nosotras nos hicimos parteras por necesidad, para ayudar a la comunidad. Cuando vamos a atender un parto o a un enfermo, nos viene algo así como un sueño en el que recibimos la información sobre lo que tenemos que hacer. Todos los seres humanos tenemos un don de ser, aunque muchos de nosotros no sabemos desarrollar ese don que el Gran Creador nos ha dado para poder ayudar a los demás. Por este don, todos desarrollamos actividades distintas.

ANCESTROS



No te acerques a mi tumba sollozando, no estoy ahí, no duermo ahí. Soy como Mil vientos soplando, soy como un diamante en la nieve brillando, soy la luz del sol sobre el grano dorado, soy la lluvia gentil del otoño esperando cuando despiertas en la tranquila mañana, soy la bandada de pájaros que trinan, soy las estrellas que titilan mientras cae la noche en tu ventana. Por eso, no te acerques a mi tumba sollozando, no estoy ahí.... Yo no he muerto.