martes, 20 de abril de 2010

EL VALOR DE LA ENTREGA


Las apariencias, tantas veces, engañan. El valor de las cosas no depende de su tamaño, ni de su brillo, ni del ruido que producen. Hay pequeñas cosas, detalles menudos, que de pronto son capaces de convertirse en protagonistas de todo un paisaje. Como haría un buen director de cine, sabe acercar unas veces su cámara a un detalle que parecía insignificante, y hacer que crezca, que se destaque y se adueñe de la pantalla; otras, en cambio, pasean su mirada con indiferencia, sin detenerse siquiera, sobre sucesos y personas que acaparan la atención de la gente.

Es importante tener otra manera de ver las cosas, otra escala de valores.  Por ejemplo, lo importante no es dar, sino darse. Y no des por que te sobra, da desde el corazón, por que de esta manera ahí hay alguien que se está dando a sí mismo.

Hemos saltado la apariencia, tantas veces engañosa, para llegar a la verdad profunda de las cosas. Puede ser falso, por mucho ruido que produzca, el gesto de unos "grandes donativos": si parten de personas que ‘dan de lo que les sobra’. En cambio, quien da ‘todo lo que tenía para vivir’, por poco que sea, se está colocando a la cabeza de la lista; porque se está dando a sí mismo.

Cuando nos entregamos por completo, estamos diciendo al herman@ que esta frente a nosotros, no quiero que me des cosas, quiero tu tiempo, tu sonrisa, tu compañia, para caminar juntos, trabajar juntos, unir nuestros esfuerzos para realizar un sueño, para emprender un viaje, para compartir el Alma de las cosas.

De esta forma estamos tocando el fondo de una entrega absoluta, de una confianza plena, de un gran amor, no importa ‘cuánto’ damos; Por mucho que ofrezcamos, siempre será nada si el amor no le da peso. Lo que interesa no es lo que tienes. En la medida en que te des en lo que das, el humo de tu incienso subirá, el sonido de tu tambor hara mas eco en la montaña, el sonido del caracol fluira en el oceano... y tus pasos se haran mas firmen en la tierra que pises.

Las "cosas" de valor, no tienen ningún valor en sí mismo. Pero cuando es expresión de un corazón que ama, cuando es vida que se comparte, entonces sí, adquiere alma, toma peso y valor para todos . Porque ya no estás dando de lo tuyo; menos aún, de lo que te sobra: eres tú mismo el que te estás dando. Toda tu existencia cobra sentido y valor, adquiere vida y da vida, cuando va junto con tu oración, con tu canto, con tu danza, con tu cariño, con tu tiempo y tu esfuerzo  por hacer un mundo mejor. Así, sí. Eres tu  mismo manifestandote en todo lo que tocas a tu paso... Tu Alma, esta en comunión con otras Almas.

Vas abriendo caminos, para los que vienen atras, cruzando esos puentes invisibles que nos unen a todos, sin importar donde estemos y que color sea nuestra piel o idioma, despues de todo, al entregarnos y fundirnos con el Fuego Sagrado de la Vida, solo somos una Celula, dentro de una celula.


2 comentarios:

Giorgo dijo...
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Giorgo dijo...

Grazie per il vostro messaggio, ricorda di essere sempre nel mio cuore e la mia preghiera, per sempre tuo amico e fratello. Giorgio